7 de mayo de 2011

La libertad

Sigo soñando contigo.
El tiempo pasa, pero sigues en mi recuerdo.
Anoche soñé que éramos libres
y que volábamos cumbres,
ante el cielo y el mar, en el prado
volábamos y nos fundíamos en el ombligo.

Y tu recuerdo me sacía
pues ya casi no me escribes
tus cartas, las releo cada día
esperando, quemándome de hastía
por si mis cartas, aún las recibes,
por si la vida, deja de sentirse fría.

Pero el viento es sabio,
que recuerde con él tu perfume
no es magia, si no un presagio.
Quizás vengas a mi libertad en un naufragio,
toda esa vida se resume,
en un suspiro que por tu aroma cambio.

La libertad, me duele
es tan grande el camino
que no se por donde seguir
para volverte a vivir,
para que compartamos juntos el vino
y que mi pájaro contigo vuele.

La libertad, me inspira
mucho he recorrido,
y siempre te busco en el paisaje
quizás, tu fuiste tan fino brebaje,
que hoy la libertad me ha traido
al fin esa resaca que tu voz transpira.

Sigo soñando contigo,
todas las cosas que viví a tu lado,
empiezo a dudar de que fueran sueños,
ahora todo, son momentos extraños,
por que estoy despierto y no soñando,
quizás todo es un castigo...

Un castigo por ser libre,
por decidir soñarte,
quizás hoy el cementerio visite,
renegaste a la vida, en ese escondite
y yo estoy cansado de buscarte,
por que dejaste de ser libre.

La libertad, mi penitencia
por seguirte amando, cuando te has ido
pese a todo, sigo buscando tu aroma
desde que partiste, mi vida se desploma,
la vida, insípida me ha sabido,
desde que dejaste tu cuerpo y eres escencia.

La libertad, mi recuerdo
lo único que me queda de lo que fuimos,
te dejo éstas flores y unas lágrimas,
quizás te transpiren mi aroma y mis ánimas
yo muero y los dos huímos,
y mi libertad descansará en tu lado izquierdo.

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