25 de diciembre de 2011

Dudas


Quiero saber
qué es lo que piensas.
Si tienes miedo,
dílo.
Veré entonces
qué puedo hacer.
Si, en cambio,
dudas,
dame la oportunidad
de demostrarte lo contrario.

Yo te puedo decir,
por ejemplo,
que hace tiempo y frío,
que extraño decir tu nombre
casi como extraño
el calor de tu piel.

Te puedo decir,
que te necesito cerca mío,
y necesito saber
que realmente estás ahí.
Que necesito tu sonrisa
y de tus ojos beber.

Que, pese a todo,
yo quiero intentarlo;
que el amor,
no puede estar equivocado,
Quiero que nos intentemos a la vez.


Pero quiero saber,
porqué ya no me llamas
ni me escribes.
Si es que dudas,
mira a mis ojos;
y deja en ellos tu pasado.
Si es que temes,
ven a mis labios
y te cantarán una nana.

Pero dime,
por que no estás.
Por qué te busco
y tu no estás.
Por que quiero encontrarte,
en el amanecer de mi mañana.

17 de diciembre de 2011

Momentos decisivos

Escribo esto antes de un momento bastante crucial de mi nueva existencia.
Tengo nervios tanto como tengo miedo. Tengo miedo. Y este miedo es un sentimiento tan puro y perfecto que siento que quemaría el papel con tan sólo escribirlo,
Pero este miedo es decisivo. Me hace notar que soy humano y que sigo sintiendo. Y de éste miedo nace la esperanza; es el goce de que sigo siendo humano, que sigo sintiendo cada paso que doy.
Existen otras formas de hacer las cosas, por supuesto. Pero es esta la única, la que considero más adecuada, teniendo en cuenta mis antecedentes y mi personalidad.
El miedo, como el sufrimiento, son necesarios para saber que sigo aquí.
Y aquí sigo, esperando. Esperar es también necesario; calcularlo todo objetivamente, aunque sea sólo en la teoría.
Me tiemblan las manos; no quiero ver la hora por que sé que la hora ya se acerca. No soporto este estado actual de mi estar, tanto consciente como inconsciente.

Y la puerta se abre.
Ahora entro yo.

(15 de Diciembre de 2011)

4 de diciembre de 2011

Prosigue el día
inventando ficciones,
en el nombre del recuerdo.

Nubes en el cielo,
cargadas en deseo;
pétalos de blanca rosa,
flotando en el silencio.

Silencio, triste silencio.
Hacen falta los poetas
y su canto sobre el vacío

Pétalos de blanca rosa,
flotando en el paso,
cayendo a mis pies
gotas desde el cielo.


Alguna vez, nosotros,
vimos flotar esas nubes
y nos preguntamos entonces;
¿Dónde es que quedarían?

Pétalos de blanca rosa,
llegaron a mi hastío
irrumpieron en mi soledad,
como lluvia de sonidos.

***

Tu nombre y melodía,
tu risa y tu inocencia
pétalos de blanca rosa,
flotando en el silencio...