22 de junio de 2011

Nunca mires hacia atrás

La silueta
camina
sin rastro
sin nombre
buscando un pasado.

Y el lago
refleja la figura
propia de
la eternidad
de la soledad
de un espíritu sin cuerpo


Sin huellas sobre la fresa nieve...

15 de junio de 2011

Arrepentimientos

De lo único de lo que me arrepiento, es del miedo que siempre viene acompañado en los primeros momentos del amor, del titubeo al tocar por primera vez la suave luz de tu piel y desnudarte para que apareciera el alba.
Me arrepiento de los silencios infundados, de las palabras no dichas y de las caricias pensadas que jamás se mecieron en tu cuerpo. De haber, al fin, conocido la belleza corpórea y momentánea que es el momento del amor donde sólo nos dejamos llevar y nos complementamos en la perfecta implementación de lo que nos gusta, lo que amamos y de los roces perfectos, ese preciso instante donde todo se convierte en perfección desde los errores, en noche desde el día, en amor desde las sombras. Me arrepiento de tenerte e irme, de no querer mirar hacia atrás cuando partía desde tus brazos para ya no regresar.
Me arrepiento de mí, de haber amado sin vivirlo y de ahora vivir sin amarte. Me arrepiento de haberme acercado al mundo desnudo cubierto de mis miedos y temores, de no dejar que el viento tocara mi piel, que la Luna de la noche cegara mis ojos y pudiera ver al fin tu sincera belleza.
Morí. Estoy muerto desde mucho antes de tus primeros toques, que me encendían y me mostraban la vida, energizándome para brillar en medio de la oscuridad y notar mi propio camino entre los huesos. Estoy muerto, muerto de ti y de mí. Ahora lo abstracto cobra sentido cuando le doy tu nombre. Vago errando entre dos mundos; tu vida y mi muerte. Tu noche y mi profunda oscuridad. La vida es el simulacro que nos prepara para la inefable verdad de la no existencia. Nos hace nacer para brindarnos por default un buen pretexto para morir. Estuve vivo. Estoy muerto. Es así de simple. En este momento lo creo. Descanso en tu memoria, tomo forma en tu arrepentimiento, pero no puedo existir ni un segundo más. No existo porque no soy materia, por qué el deseo es fuerte, tan fuerte para cegarte al mirar a un cuerpo desnudo, pero no lo suficiente para traerme de vuelta.
Me arrepiento de no existir más allá de tu mente, de que hayas sido el instrumento que me mostró la luz de la que tanto tiempo negué por que no era materia. Me arrepiento de descubrir que yo era esa luz. Me arrepiento de entender de esa forma que no existía.
Estoy muerto y ni el viento se detiene a escuchar mis palabras, de vez en cuando, veo una luz con la forma de tu cuerpo y no paro de repetirme a mí mismo cómo me gustaría que fueras esa luz, que terminaras descubriendo que no eres y que nos pudiéramos amar en la no existencia.
De lo único que me arrepiento, es de morir.

10 de junio de 2011

Besar el suave contorno de tu luz

Besar el suave contorno de tu luz,
que se airea,
distorciona,
y toma forma;
de espacio
entre mar,
de besos,
de caricias entusiasmadas
de causa oscura
o de amor.

Besar el suave contorno de tu luz,
que tome forma,
y adquiera textura
de mediodía
de labios
húmedos del elixir
cristalino del deseo.

Besar el suave contorno de tu luz,
hasta que amenace con despedirnos
el anochecer...

4 de junio de 2011

Nostalgia

Mirar el campo
y sentir tu tristeza;
en cada trigal,
en cada becerra.

Buscarte en el cielo
o en el verde de la tierra.
Escucharte en los pájaros
que lloran tu nombre.

Y recorrer el olvido,
para seguir sin tus besos.
Pero ahora sé que olías
al eterno rocío del campo.

Nostalgia;
las manecillas caminan,
aunque no estés ahí
para darle cuerda a mi reloj.

1 de junio de 2011

Cuando te falte compañía en medio de la noche...

Cuando te falte compañía en medio de la noche quiero que me recuerdes, que suspires y que tras ese suspiro poco a poco mis manos vuelvan a recorrer a tu solo cuerpo y que tus labios sientan la compañía propia de otro cuerpo en la melodía del amor. Amamos y vivimos, pero vivimos para amar. Y yo amo pensarte así, en medio de la noche cuando ya no me queda más que el recuerdo de tu aroma, del sabor a miel de los besos que me dabas y el recuerdo de tu bello cuerpo en mi consorcio.
Quiero que tú también me recuerdes como yo lo hago, que me inventes según lo que te inspiran las estrellas de la primavera. Si buscas a Sirio encuentras a mi alma, siempre pensando en ti. Si buscas en tu mente, encuentras a mi cuerpo, buscando el calor del tuyo en una mágica velada. Es así como funcionan los recuerdos, es la forma de la que dos amantes no se olvidan y se encuentran listos para llamar al otro y vencer al orgullo tras días de solitud. Pero tu cuerpo, yo no dejo de pensar en su perfección y dentro de mi mente guarda uno de los lugares más especiales; si no lo pienso, lo sueño.
Recuérdame cada vez que veas el ocaso y siente como en medio de la nada algo así como un calor cubre tu mano, es mi mente buscando a la tuya cada vez que lo veo, cada vez que la noche llega y sé que no te voy a encontrar porque para eso mismo te busco. Sí, te busco. Insaciablemente te busco cada vez que viajo al mar y pienso que voy a verte llegar con las olas; así paso las tardes, buscándote en el rumor del mar y esperando escuchar desde aquí tus suspiros con la brisa marina. Pero sé que no vas a llegar. Me alimento de esa ilusión, porque no me queda mucho a que sostenerme, parece como si fueras el huracán y que fueras a reconstruirlo todo cuando llegues. Pero la ilusión me gusta y la imagino, te imagino nadando conmigo, buscando el puerto para llegar a tierra y que podamos tenernos. Pero sé que no vas a llegar y, pese a mi cruel imaginación, me alegra que así sea; para poder esperarte y cuando se de la casualidad de que nuestros mundos se vuelvan a cruzar, yo siga alimentando a mi ilusión con tus besos y a mi mente con tu recuerdo.
Por eso te pido que me recuerdes, que la noche siga y no termine nunca. Aunque nos encontremos en lugares distintos, siempre miraremos a la misma estrella y nos encontraremos cubiertos por la misma noche. Para que así, ambos nos pensemos amándonos en la distancia media del deseo….